Necesitamos aumentos salariales dignos y una dirección consecuente

Regeneración sindical STUNAM

Los días 23 y 24 de octubre en distintas Asambleas Sindicales se discutió la propuesta económica de revisión contractual y salarial que nos presentó la representación patronal de la Universidad, propuesta que consistía en términos generales en un aumento directo al salario de 4% a partir del 1º de noviembre, más 1% en diciembre y otro 0.7% en marzo del 2025; un aumento de 2% en prestaciones; continuidad y mínima mejora del Programa de Recuperación Salarial (PROGRESA); entre otros puntos. Por lo tanto, el 25 de octubre los trabajadores acudimos a votar por la aceptación o el rechazo a dicha propuesta, el resultado fue 13,810 votos por aceptar y 5,299 por no aceptar. 

Desafortunadamente, la propuesta económica estuvo muy alejada de las necesidades reales que vivimos los trabajadores universitarios, de las demandas acordadas en el pasado 41 Congreso General Ordinario de nuestra organización sindical y del propio contexto nacional. A todas luces, el aumento directo al salario es insuficiente y grosero para nosotros los trabajadores administrativos de base, ya que en las categorías más bajas como son Auxiliar de Intendencia el impacto económico no supera los $15 pesos diarios.

Ante dicha situación consideramos necesario realizar un balance que contemple la crítica y autocrítica con la finalidad de fortalecer al STUNAM y conquistar en futuras revisiones mayores aumentos salariales. En ese sentido, señalamos lo siguiente:

  1. La aceptación del paquete económico por una buena parte de la dirección sindical refleja su poco o nulo compromiso por alcanzar aumentos salariales dignos. Históricamente los trabajadores y sus organizaciones han luchado por demandas económicas para vender en mejores condiciones su fuerza de trabajo, ya que es una lucha legítima y necesaria que no puede ser postergada y olvidada por nosotros los trabajadores y mucho menos por una dirección sindical que se diga consecuente.
  1. Negar la discusión en el Consejo General de Huelga bajo el argumento de que la mayoría del Comité Ejecutivo (18 de los 19 integrantes) votaron por aceptar el paquete económico de la patronal, entorpece la democracia sindical, pues por muy “iluminados” que se encuentren unos dirigentes sindicales (que por cierto, no fue el caso), no puede ser argumento válido para cancelar la discusión y participación de los trabajadores en los principales órganos de dirección y representación sindical.
  1. El discurso de cada año de aceptar las migajas de la patronal provoca la resignación y el miedo a la lucha entre el grueso de los compañeros. Pero en realidad, los únicos que le deberían tener miedo a la lucha y movilización de los trabajadores, son los patrones, ya que ha sido por medio de la organización, la lucha y la unidad que los trabajadores hemos conquistado demandas inmediatas. La resignación y el miedo a la lucha son males que terminan perjudicando al sindicato, pues lo inmovilizan y debilitan; provocando, entre otras cosas, la despolitización, la no participación, la apatía y la falta de credibilidad en la organización sindical.
  1. Los que año con año definen la propuesta económica de la patronal como un gran logro de la clase obrera y por tanto se posicionan en orientar a las bases por aceptarla, sólo reflejan su verdadero rostro e interese de clase que representan desde hace años, es decir, la historia y la realidad los juzga por decir lo menos como patronales. 
  1. Debemos ser creativos y contundentes en el Plan de Acción para demostrar la fuerza y capacidad organizativa que tiene el STUNAM en cada revisión salarial y contractual para obtener mayores aumentos económicos. 
  1. El discurso de la patronal universitaria de no existir presupuesto suficiente para ofrecer mayores aumentos salariales a los trabajadores de la Universidad, es totalmente falso. Recientes investigaciones periodísticas han sacado a la luz los sueldos millonarios de los funcionarios (superiores al del anterior presidente y de la actual presidenta de México). Por ejemplo, en el número 813 de la revista Contralínea, se documentó que 11 funcionarios ganan entre $177 mil y $181 mil pesos cada mes. Además, se ha difundido el derroche del presupuesto universitario en algunas dependencias que beneficia a los propios funcionarios y a empresas privadas. Así, tenemos un par de ejemplos para argumentar que existe un importante recurso económico en la Universidad, pero está mal distribuido y acaparado por la llamada burocracia dorada.
  1. Es necesario terminar con el lujo y el derroche de unos cuantos y, con la precariedad de muchos en la Universidad. La historia y la actualidad nos dicen que es posible alcanzar salarios justos y terminar con el neoliberalismo también en la UNAM.

¡LA HISTORIA ES NUESTRA Y LA HACEMOS TODOS LOS TRABAJADORES!

Ciudad de México a 4 de noviembre del 2024
Corriente Regeneración Sindical 

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