El STUNAM: Historia, Presente y Futuro de Lucha Sindical

El STUNAM: Historia, Presente y Futuro de Lucha Sindical

Fidencio Plata de CCH Vallejo

Compañeras y compañeros:

El Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM) nació en 1977, en un contexto histórico de lucha por mejores condiciones laborales, en un país donde predominaba el control corporativo del PRI sobre los sindicatos. Su surgimiento representó un acto de independencia frente a un sistema que buscaba domesticar al movimiento obrero.

El STUNAM no solo peleó por incrementos salariales. Desde sus orígenes levantó banderas más amplias: la defensa de la educación pública, el respeto a la autonomía universitaria y la solidaridad con luchas nacionales e internacionales. Esa esencia combativa lo convirtió en un referente de democracia sindical y en un ejemplo de organización para el sindicalismo universitario y nacional.

Hoy, el STUNAM enfrenta una realidad marcada por contradicciones. Por un lado, ha conseguido prestaciones, estabilidad laboral y la defensa de un contrato colectivo que resguarda derechos. Sin embargo, las luchas se han vuelto más limitadas y, en ocasiones, complacientes con la autoridad universitaria.

1. El salario contractual de los universitarios se ha rezagado frente al salario mínimo, mostrando la paradoja de que el Estado, siendo patrón, también es verdugo de sus propios empleados. Esta situación erosiona el poder adquisitivo y genera un profundo malestar entre los trabajadores.

2. Los apoyos como la ayuda de transporte resultan insuficientes frente al costo real de la vida y de los traslados desde lugares lejanos como Tecámac, Chiconautla o Zumpango, donde los trabajadores pierden horas de su vida en trayectos interminables.

3. Las ferias de vivienda, que se presentan como logros sindicales, terminan beneficiando más a constructoras privadas que a los propios trabajadores. En vez de resolver el problema de fondo, se convierten en escaparates que simulan una política habitacional pero que en realidad no ofrecen soluciones dignas ni accesibles.

Asimismo, una de las principales críticas actuales es la falta de lucha frente a las agendas de trabajo que el patrón impone. Con frecuencia se abren mesas de trabajo en “segunda instancia” que no resuelven los problemas de fondo, sino que solo los postergan. Esto provoca que temas centrales —salario, vivienda, seguridad social, condiciones de trabajo— se queden atrapados en procesos interminables de diálogo que nunca llegan a soluciones concretas. En lugar de ser espacios de presión y conquista, se convierten en mecanismos de desgaste para los trabajadores y de legitimación para la autoridad universitaria. Lo más grave es que esta falta de resultados provoca que los mismos trabajadores dejen de creer en un sindicato que debería cuidarlos y apoyarlos, debilitando la confianza y la unidad que son la base de toda organización sindical.

Un ejemplo claro de esta situación es el Programa CREA, posteriormente llamado Programa de Calidad y Eficiencia, que fue presentado hace más de treinta años como un proyecto piloto. Hasta el día de hoy sigue sin consolidarse como un derecho permanente y depende de la buena voluntad de la patronal. Esto significa que los bonos o incentivos que otorga no están garantizados ni forman parte del salario base. Al final, los trabajadores quedan sujetos a evaluaciones unilaterales y a la discrecionalidad de la autoridad universitaria. Lo que realmente se requiere es que este programa deje de ser un mecanismo temporal y condicionado, y que se incorpore al salario y al Contrato Colectivo de Trabajo, garantizando estabilidad, certeza y justicia para todos los agremiados.

El reto del STUNAM hacia el futuro es recuperar su papel de sindicato combativo, democrático y solidario, que esté a la altura de las necesidades actuales. Debe transformarse en:

1. Un sindicato que luche por salarios reales, que rompa la dinámica de incrementos mínimos y exija aumentos que garanticen condiciones dignas de vida.

2. Una organización que retome ese liderazgo nacional.

3. Un actor central en la lucha por vivienda digna, que no se limite a ferias de constructoras, sino que busque alternativas reales con instancias como la CONAVI a nivel federal y el INVI en la Ciudad de México. Estos organismos pueden ser claves para adquirir terrenos, recuperar viviendas abandonadas y garantizar proyectos colectivos de vivienda accesible y cercana a los centros de trabajo.

4. Un referente nacional, capaz de articularse con la UNT y otras confederaciones para colocar los problemas universitarios como parte de la agenda del sindicalismo mexicano.

5. Una escuela de democracia sindical, donde la base decida y la dirigencia obedezca, en lugar de reproducir prácticas burocráticas que alejan a los trabajadores.

La historia del STUNAM demuestra que la lucha sindical no se gana con mesas interminables ni con desplegados sin consecuencias, sino en la calle, en la organización y en la firmeza para arrebatar conquistas.

Hoy más que nunca, frente a un panorama donde la Universidad y el Estado siguen negando derechos básicos, el STUNAM debe volver a ser punta de lanza: un sindicato que no se conforme con administrar lo logrado, sino que inspire, convoque y transforme.

Solo así recuperará la confianza de sus agremiados y será fiel a su origen, honrando la historia de dignidad que lo vio nacer.

¡La historia es nuestra y la hacemos los trabajadores!

REGENERACIÓN SINDICAL

42º Congreso General Ordinario del STUNAM

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